Los Tiempos de Avatar
explorando la conciencia
número cinco
No hablemos falsamente
por Harry Palmer
Cuál es el logro personal más grande? No es ninguna forma de riqueza material. No es ninguna cualidad de la fama. No es ningún grado de poder. ¿Entonces qué? El logro personal más grande es la paz mental.
La mayoría de la gente no sabe mucho sobre paz mental. Se imaginan que es comodidad o diversión, un momento libre de stress, quizás una buena noche de descanso, pero es más que alivio. Mucho más. La paz mental es un estado mental donde la mente está callada, y esto hace posible la experiencia de “solo Ser”. Esto es conciencia sin esfuerzo, no perturbada por pensamiento o juicio, dolor o placer, ganancia o pérdida.
EL alcanzar la paz mental es el motivo del arquetipo de la actividad humana. Examina cualquier escuela de principios y creencias y descubrirás que el máximo fin de su enseñanza es (o era) obtener paz mental. Hay muchos enfoques de como manejar la mente: habituación, revelación, distracción, negación, sumisión y sometimiento, sin mencionar las drogas, cirugía y tratamientos por electrochoque. Algunos tienen éxito y algunos fracasan.
Aquellos que tienen éxito han actuado como recordatorio, como llave, o como combinación de una fuerza autorreguladora que se encontraba dormida en el interior. Despiertan y le dan poder al Ser (Muchos se refieren a esta fuerza como espíritu) Los enfoques que fallan lo hacen porque incentivan el pensar y confían en métodos de adoctrinamiento y de control, generalmente con recompensas y castigos. O promueven actividades que prometen placer inmediato pero con el tiempo generan stress, ansiedad, adicción y finalmente depresión.
Si el entrenamiento de Avatar ha agregado algo a los principios del entrenamiento espiritual y al entrenamiento de la mente es el descubrimiento que ciertas combinaciones deliberadas de acciones mentales intencionales liberan al espíritu y abren la puerta de la paz mental.
Mente Callada: Encontrando tu camino a casa
por Harry Palmer
La conciencia tiene habilidades que nos permiten procesar y relacionarnos con el universo físico. Todo el mundo está más o menos conciente de estas capacidades. Imaginan, piensan y recuerdan ampliamente. Éstos son aspectos de la mente.
Asumiendo que las personas sobreviven el nacimiento y caen dentro de los parámetros normales de la mutación genética, estas estarán congénitamente equipadas con tipos de conciencia como el pensar,el imaginar y el recordar - una mente. En realidad están difícilmente equipados con algo más. El resultado es que el Ser crece con su atención enfocada en las recompensas y las dificultades de sobrevivir en una realidad física definida. Celebración y lucha. Cualquier indicio que otras realidades existen (o que pudiesen ser creadas) y que pudiesen ofrecer juegos más interesantes que las variaciones del paradigma del placer-dolor se relegan a la fantasía o a la ciencia ficción.
Para la mayoría de los seres la primera identidad verdadera es una definición consciente precipitadamente construida: “Soy el bebé.” Esa es una afirmación ancla en un cuerpo de carne.
Lo triste es que el Ser pasa el resto de su vida anclado. Su energía es malgastada en remendar y poner capas a la afirmación original del día del nacimiento con conclusiones y experiencias confeccionadas de percepciones de y juicios acerca de, realidad física. Es imprudente confundir el reino del Ser con el universo físico.
Pero espera. Ahora el Ser ve a todos estos Avatares navegar y e tener aventuras fantásticas de la vida y aún en contacto con algo más permanente que un cheque de salario. Intuitivamente el Ser conoce que el derecho a la iluminación y a la felicidad es más que un accidente del nacimiento. El Ser sabe que debe haber una manera de mover el ancla de la mente.
¿Cómo levantas el ancla? El secreto es deliberadamente no hacer nada. ¿Cómo no hace el Ser nada deliberadamente? Eso es una lección de vida clave. Sin las herramientas de Avatar, deliberadamente no hacer nada no es fácil de aprender. Es una experiencia difícil de explicar.
Hay momentos ocasionales en la vida en que el pensamiento se detiene, y entre otras cosas el Ser se vuelve totalmente conciente de las circunstancias de su propia encarnación física sin ninguna reacción a ella.
Alcanzar este estado de mente callada, incluso por un momento, es un logro muy profundo. Una logro incluso mayor es el mantener este estado. Es un logro tan inusual que cuando dices que el estado de la mente callada es un resultado esperado en el entrenamiento de Avatar, eres visto con incredulidad.
La mente que piensa, que imagina y que recuerda es una creadora agitada. Esta hurgando en el pasado buscando motivos como un hambriento oso en una montaña de basura. Proyecta intenciones en la gente. Proyecta felicidad y peligro en el futuro. Crea escenarios imaginarios, calcula y hace estrategias y planes, predice insolitamente y sufre las consecuencias que nunca ocurren. Escribe diálogos imaginarios que nunca son hablados. Se preocupa. Canta la misma canción repetidamente. Se analiza, regañando y elogiando según alguna escritura olvidada. ¿Analiza freneticamente por el significado oculto incluso en el comentario más inocente, inclusive explicándose si mismo a sí mismo.
Ocasionalmente, en alguna parte entre el júbilo y la desesperación, el Ser se pregunta, “¿De que se trata la vida realmente?” Y entonces se aconseja que sea realista. Se pregunta de nuevo sobre estar tranquilo. ¿“Mente callada? Ah sí, conozco bastante bien sobre ese estado. ¿Cuándo estaba en la India…“
La experiencia de la mente callada es tan extraordinariamente hermosa que mucha de la gente que la ha experimentado momentaneamente pasa el resto de sus vidas hablando de ella. Así es como nacen las religiones: intentando describir una experiencia cuya calidad fundamental es que no tiene descripción. Este momento indescriptible de la experiencia se convierte en la memoria del templo sagrado en la mente. ¡Imágenes mentales grabadas!No obstante, puede ser un recuerdo beneficioso en términos de hacer frente al stress y al desánimo de la vida. Es un amuleto mental de esperanza.
La Historia del Curso Avatar
Avatar es un curso franco y directo de autodesarrollo que no viene cargado de creencias, afiliaciones a sectas, o de cualquier rito cuasi-religioso. Por estas razones, es la expresión más pura del movimiento potencial humano. La mayoría de los graduados están de acuerdo en que, “Es el programa mas poderoso y más puro de autodesarrollo disponible a cualquier precio.”
¿Precio? Sí, Avatar tiene un precio y es uno asequible según algunos estándares. El taller básico del fin de semana, llamado Resurgiendo®, cuesta $295. La sección II del curso, que toma de cuatro a cinco días, cuesta $500 y la sección III del curso, que toma de dos a cuatro días, cuesta $1500. (Los precios del curso varían en diversos países.) Durante el curso a los estudiantes se les provee de muchas horas de la atención personal. Cualquier estudiante que no esté satisfecho después de la sección II del curso tiene el derecho a un reembolso inmediato.
Momentos Extraordinarios
Avatar fué como ninguna otra experiencia en esta existencia. Me sentía como si me enlazara con el universo como una nueva madre con su bebé. Todo el caos que había introducido en mi vida el año anterior sucumbió ante las decisiones deliberadas que contenían las metas de mi vida.
Las cosas comenzaron a suceder. Había estado buscando un trabajo diferente por meses sin éxito. Renuncié y encontré el trabajo que amo al día siguiente.
Todavía estoy teniendo revelaciones, descubrimientos, y una comprensión repentina de todo lo que sucedió antes , especialmente antes de despertar, con memorias vivas de sueños vivos. No hay palabras para describir esta sensación.
Avatar fue como caer en una acogedora piscina de agua caliente.
Hice toneladas de primarias, y descreé toneladas de creencias… y unas cuantas identidades. Como enfermera mi gran empatía e intuición trabajó a mi favor. Descubrí que mi patrón de discurso está minado con creencias, y me fascina observar esto en otros. –S.W.
Pasé hoy por la iniciación con un maestro. Lo me salió fué la creencia de que no merecía que fuese tan fácil. (¿Porqué yo?) Después de descrear esa creencia, y bastantes otras, me sentí muy claro y tranquilo.
Cuando el maestro terminó, una enorme gota en forma bola de playa de emociones -dolor, pérdida, gratitud y alivio salió desde mi vientre, a través de mi corazón y garganta, hacia fuera mis ojos y cara y lloré lo más fuerte que aun recuerdo. Duró pocos minutos y después cambió en una risa desenfrenada y un sentido de la maravilla , gratitud y asombro. ¡Vaya!. ¡Vaya!. ¡Vaya! –S.T.
Después de mi iniciación, tomé una caminata en el area del estacionamiento que bordea el laguito lleno de plantas, de tortugas y de peces. Habían árboles por todas partes y la tormenta de lluvia acababa de pasar. El aire estaba limpio, claro, hermoso, y vivo. lloré y sentí y reí y sentí. Me di cuenta de mi capacidad de ser la fuente de mi vida, de mis pensamientos. Estuve satisfecho de tener una espació libre del estacionamiento para expresarlo todo. Los árboles, animalitos, el laguito, me di cuenta de que lo creé todo y que era el todo. Limpio, claro, hermoso y vivo. –S.B.
¿No es Tiempo?
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La misión de Avatar en el mundo es catalizar la integración de los sistemas de creencias. Cuando percibimos que la única diferencia entre nosotros son nuestras creencias, y que las creencias pueden ser creadas y descreadas con facilidad, el juego de lo correcto e incorrecto perderá fuerza, y sobrevendrá la paz mundial. -Harry Palmer
